El Tribunal Oral 1 dictará sentencia contra Brian Arias el próximo viernes. Para el fiscal Arias cometió homicidio simple al matar con su automóvil a Emiliano Jérez. La defensa pidió la absolución por legítima defensa.
El fiscal Alejandro Pellegrinelli solicitó al Tribunal Oral N°1 que condene a 11 años de prisión a Brian Arias por la muerte de Emiliano Jérez, a quien atropelló en una madrugada de 2016 luego de una disputa por la venta de drogas en el barrio Bernardino Rivadavia.
Los jueces Juan Galarreta, Facundo Gómez Urso y Paulo Viñas escucharon el alegato de Pellegrinelli y también del abogado defensor Wencesalo Méndez que, por su parte, pidió que el caso sea considerado como un episodio de legítima defensa y requirió la absolución de Arias.
La sentencia se conocerá el viernes 9 de abril y la fiscalía aspira a que los jueces reconozcan que se trató de un homicidio simple en el marco de una discusión por venta de estupefacientes en la que Jérez formaba parte del grupo compradora y Arias estaba a bordo de su automóvil colaborando en la modalidad “delivery” junto a un vendedor.
El hecho ocurrió en la madrugada del 6 de agosto de 2016 cuando Arias, en compañía de otros dos hombres, llegó a bordo de su Fiat Palio a la zona de Matheu e Italia. Ese lugar había sido acordado como punto de encuentros para un “pasamanos”, una maniobra en la que un amigo de Arias iba a vender 700 pesos de cocaína al grupo de Jérez. Tal como lo informara su propia madre, Jérez tenía problemas de adicciones desde hacía bastante tiempo.
La operación no salió como se esperaba porque el comprador -amigo de Jérez- intentó regatear el precio. Entonces se inició una controversia que abortó el intercambio y Jérez, según relatan los testigos, golpeó con su mano el techo del Fiat. Esta situación hizo que Arias acelerara y se fuera del lugar, aunque las cámaras de seguridad mostraron que solo dio la vuelta de manzana en contramano y al regresar embistió a Jérez.
A raíz de la colisión, Jérez sufrió severos traumatismos que obligaron su internación en el HIGA y a los pocos días se confirmó su fallecimiento.
Tras chocar con su auto a la víctima, Arias buscó a la policía y le contó lo sucedido. En verdad él y sus amigos dijeron que estaban cazando pokemones (en esa época era novedad el juego Pókemon Go) y que en esas circunstancias los habían querido robar.
La policía al llegar se encontró con Jérez tendido y también con un arma blanca y un arma de aire comprimido. Por ese motivo se inició una causa por tentativa de robo agravado contra los amigos de Jérez, aunque esa causa nunca progresó.
Finalmente el fiscal Pellegrinelli imputó a Jérez del homicidio simple y también de tentativa de comercialización de estupefacienes para él y sus dos amigos. La Justicia de Garantías autorizó el juicio por el homicidio pero desestimó las imputaciones por la infracción a la ley de drogas.